Cuento corto para un Espíritu Roto

Author: Devendrah / Pequeñas memorias: , ,

"Me agradan las tardes lluviosas. Me recuerdan tanto a los velorios..." -D.



Le pegué, lloró y se fue. Ahora estoy yo solo, con mi vaso en una mano y un libro en la otra. Camus, El Extraño. Extraño me siento yo al contemplar la mano que sostiene el vaso. Tan distinto a la otra, incluso mis manos sonpolos opuestos, una sostiene invariablemente el vicio  con la otra acaricio el piano o las páginas de un libro. Le pegué, lloró y se fue. Mi ego me impide ir a buscarla, y mi mismo ego ruega por llamar a S. No. Prometí no hacerlo. Le pegué, lloró y se fue. Y en cuanto cruzó la puerta con sus valijas en las manos, juré que le guardaría el cuarto intacto. Y juré que por lo menos intentaría mostrarme afligido a su partida. Juré que en los días consiguientes no llamaría a S., no intentaría llenar el vacío que me dejó, con otra. Llamar a S. sería lo más predecible después de que ella cruzara la puerta.
Le pegué, lloró y se fue. Aún tengo sangre en la cara, mía. La sangre, no la cara. La cara me parece tan... ajena, de loco. Estoy loco, siempre lo he estado, no sé por qué me parece diferente. Antes de irse, me golpeó. Con lágrimas de rabia en los ojos, me rompió una botella en la cabeza. No recuerdo sus últimas palabras. Todo comenzó a nublarse con mis ojos al nivel del suelo. Sólo sé, y recuerdo bien, que le pegué, lloró y se fue.

1 elefantes:

Luis dijo...

Un pequeño cuento muy bueno. M e gusto en especial a frase "le pegué, lloró y se fue" realmente se pueden sentir los sentimientos del personaje. Felicidades soy tu admirador ;)