Segunda Parte del Viaje: La Partida

Author: Devendrah / Pequeñas memorias: , ,

"Se busca gente con tenacidad para comenzar peregrinaje masivo a la libertad irreal. Interesados, para identificarles, favor de usar la corbata de la indiferencia inteligente ante lo dictado por la sociedad " -D.





Todo dispuesto. Unas sogas, una navaja bien equipada, pastillas por si cualquier cosa. El ánimo a flor de piel, las palabras grabadas en la mente. En el momento menos indicado me viene a la mente la monja. Venía a enseñarle a mamá a hacer galletas y rompope, platicaban horas en la cocina con el sol de media tarde entrando por la ventana dándole un toque dulzón a las cortinas de encaje y la mesa con mantel de cuadritos. El aroma de la repostería en el horno y las palabras ininteligibles de la hermana de la Santa Caridad. Los pájaros cantando y la tranquilidad acogedora de la cocina inundan mi cabeza en éste, el peor momento para sentimentalismos. ¿Qué habrá sucedido con la monja?
Pero terminó. No tengo ya los cuatro años con que contaba entonces. No creo más en las palabras de la monja cuyo significado he comprendido y desechado. Mamá ya no hace galletas y fuma todo el día frente al televisor sintonizado en comedias de quinta. ¿Qué sucedió con esa monja? ¿Qué sucedió con la tranquilidad que ella traía al hogar? Aún me lo pregunto.
Es hora. No habrá despedida. Con todo dispuesto comienzo éste, el viaje que cambiará algo. Lo sé. Con mi partida quizás modifique la rutina sedentaria de mamá. Quizás olvide el hedor a nicotina y alquitrán tan penetrante. Tal vez el olor dulce de las galletas lo remplace y regrese entonces el ensueño de las tardes soleadas y también la inocencia y amor con que creía a pies juntillas todo lo que la monja decía.
Una última mirada al espejo. A donde voy no los habrá. No hay necesidad de ellos, todo es más simple, menos vano. Una última mirada al espejo para recordar quién soy, quién fui y cómo era este yo antes de irse.
Vuelven a mi cabeza las palabras de la monja. ¿Debo honrar a mis padres? ¿Al padre inexistente? ¿A la madre ausente? Lo pienso un momento, me doy cuenta de que si sigo reflexionándolo me arrepentiré y mi viaje pasará a ser un sueño, me quedaré aquí a vivir la monotonía.
Todo dispuesto. Recuerdo que la última decisión importante que tomé entre estas paredes fue la de qué juguete pedirle a los Reyes Magos, todas las demás fueron hechas en mi estudio, mi único escondite. Importancia. ¿Qué es si no un orden autoritario que nos empeñamos en darle a las cosas? ¿De qué sirve el orden al final de cuentas? La Naturaleza no tiene un orden estricto. Toda mi vida se basó en un orden absurdo que por fin me he dado cuenta que debo romper. Ahora. Hoy.
El adiós es mental. La partida es real.

5 elefantes:

D.N.Á dijo...

No pues de corbatas solo tengo una roja, una morada, una blanca y una verde que no sé por que compre, me da oso social jajaja
Me gusto la entrada
Un saludo! n.n

Pequeñez dijo...

=O muchas cosas que son verdad...
ya me puse a leer tu blog y está bueno ^^

Devendrah dijo...

Hahaha Que tonto eres Diego. Gracias! Un abrazo.

Pequeñez! Qué milagro encontrarte por acá! Gracias por el comentario, un abrazo!

Jo Pelerín dijo...

Una monja... De todos los lugares en los que hubiera esperado leer de una monja, tenía que leerlo justo aquí, donde menos lo esperaba...

Muy bueno :)

Devendrah dijo...

Hahaha A veces es necesario importar personajes llegados de otros mundos, Jo. Gracias (:
Un abrazo